Una mañana diferente

Al despertarme la primera mañana en Hildesheim, me sentía desubicada, como si algo me faltara, como si estuviese en el sitio equivocado. Tenía frío, no tenía calefacción (y no porque no tuviese, sino porque no sabía si simplemente girando una ruedita iba a funcionar...) Entre cambios de temperatura, me asomé al ventanal de la habitación y me di cuenta, que no era la misma imagen que solía ver al despertar. Era un tanto extraño, no sabía si llorar o reír, no sabía si estaba en el lugar correcto o equivocado. Hasta que me di cuenta que estoy viviendo otra manera de vida, totalmente distinta y tengo que aprovecharla.

Vistas desde la habitación

Miré la hora y me apresuré a prepararme para mi primera mañana en Hildesheim. Janna, se había ofrecido a llevarnos a ver los lugares más importantes de la ciudad y así localizar un poco la ciudad y conocerla mejor.

Cuando comenzamos la aventura, empezamos a caminar, me di cuenta que algo fallaba. O era mi torpeza al caminar o Janna iba muy rápido... jajaja. Está claro, que aquí hay un ritmo de vida totalmente distinto al que hay en España. Isa, se dio cuenta de lo mismo y me lo comentó como quien no quiere la cosa... Menos mal, que ella también tenía esa sensación. Pero eso no es problema, seguramente acabaremos cogiendo el ritmo o más bien, perdiendo la costumbre del "pasito Canario" o "pasito tun tun". 

Al caminar por las calles, todas me parecían iguales, pero cada una de ellas tiene algo que llama la atención. Las casas son peculiares, los colegios de película y la gente parece amable. 

Decidimos adentrarnos en plena ciudad para visitar algunos sitios y de paso, coger un mapa, que por cierto bendito mapa que me salvó de una buena! jajajjaa... me voy por las ramas así que continúo. 

Al terminar nuestro "tour inicial" por Hm. (Hildesheim) decidimos ir al Supermercado a comprar algo de comer para los próximos días. Al llegar a la caja, me sorprendió la poca simpatía que tenía nuestra amiga la cajera, pues no había casi hueco para apoyar una bolsa para introducir los alimentos en ella como para que encima, nuestra amiga, repito, la cajera, se encargaba de empujar los alimentos hasta casi tirártelos al suelo. 

Creo que es la única vez (por ahora) que he visto a alguien tan "repelente" por aquí. Claramente, son los primeros días y no me he llevado mala imagen de nadie menos de "nuestra amiga". 

Agotada de tanto caminar y cargar con la compra, llegué a casa y me dirigí directamente a la cocina. Cuál fue mi sorpresa? No había un mísero milímetro donde poner nada. La compañera de piso, dejó la cocina... que ni se pueden imaginar, el comedor...ni en recoger un plato se molestó. He de decir que ese día almorcé un sandwich y lo preparé haciendo malabares en el aire como pude.

Pero no pasa nada! Mi compañera de piso a limpiado todo! Y la cocina ya se puede llamar como tal. Está claro que es un piso de estudiantes y una se puede esperar cualquier cosa jajajaja.

Pues esta fue mi mañana el primer día. 

Por la tarde fuimos al parque con María, la compañera de piso de Isa, muy comprensiva en cuanto al idioma y nos ayuda en todo lo que pueda a entendernos también. Se agradece. Al finalizar el paseo, fuimos a tomarnos nuestra primera cerveza alemana! "ASTRA BIER"

Estaréis pensando...pero sólo sale con Isa y gente que conoce Isa? Jajajaja. Pues por ahora, es así ya que yo no tengo familia por estos lares, ni compañeras de pisos simpáticas que se preocupen por conocerme. Pero no paaasa nada! Espero encontrar un piso, donde me reciban con los brazos abiertos y quieran compartir conmigo todo lo relacionado a la vida alemana, sus costumbres y sobre todo, su idioma.

Seguiré informando, cambio y corto. 

AH!

NO!

Aquí les dejo un par de fotos que he sacado en estos 2 días, espero que les guste.